Publicado el 14/05/17
Los ejes principales del Plan Nacional de Reducción de la Demanda de Drogas de Argentina son:
Prevención: se implementan estrategias preventivas en el ámbito laboral, educativo, contextos de encierro, nocturnidad, arte y deporte, y para personas en situación de calle, abarcando las problemáticas del consumo episódico excesivo de alcohol en adolescentes y el uso indebido de psicofármacos.
Abordaje Territorial: desde el modelo de tratamiento comunitario, se busca reducir las situaciones de vulnerabilidad psicosocial relacionadas al consumo problemático de drogas en la comunidad.
Tratamiento: mediante estrategias de trabajo en red, se busca promover un tratamiento de calidad y adaptado a las necesidades de cada persona.
Programa Municipios en Acción: se pretende instalar la temática del consumo problemático en la agenda municipal, acompañando a los gobiernos locales en el desarrollo de sus planes sobre drogas.
Desarrollo del conocimiento científico: se incentiva la investigación y el conocimiento científico en virtud de disponer de evidencia para la toma de decisiones.
Articulación institucional: se aborda la problemática, desde una mirada multidimensional y mediante una política pública integral, coordinada entre Nación, provincia, municipios y sociedad civil.
Acorde a las recomendaciones de los organismos internacionales en drogas, desde la Dirección Nacional del Observatorio Argentino de Drogas (OAD), se crea el SAT conformado –en esta primera etapa de organización– por miembros pertenecientes al Estado Nacional.
El SAT posibilita recopilar, sistematizar y gestionar información confiable sobre nuevas sustancias psicoactivas (NSP), drogas emergentes, nuevos patrones de consumo y comercialización en el territorio nacional. Esta estrategia permite prevenir y reducir el impacto en la salud pública de las NSP a partir de la detección precoz, evaluación de riesgos, comunicación y definición de las estrategias de actuación más oportuna.
La ejecución de las funciones centrales del SAT permite:
1) Detectar oportunamente la oferta de nuevas sustancias psicoactivas, drogas emergentes, cambios en los patrones de consumo o comercialización en Argentina; 2) Caracterizar químicamente las sustancias detectadas; 3) Evaluar los riesgos individuales y poblacionales que implica su consumo, producción y comercialización, desde una perspectiva de salud pública; 4) Generar el alerta temprana a los destinatarios que corresponda (tomadores de decisiones, organismos del Estado, efectores sanitarios y/o población general
Después de décadas de implementar estrategias y políticas que se centraban sólo en aplicación de la ley, persecución y un enfoque punitivo, es necesario:
(1) Implementar políticas más justas que consideren al individuo y su entorno como el centro de la acción gubernamental;
(2) Consolidar un enfoque centrado en la Salud Pública y los Derechos Humanos;
(3) Alinear las políticas de control de drogas con las políticas a favor del desarrollo humano atendiendo las consecuencias socioeconómicas y reiterar las convenciones internacionales aceptando que los países adaptan su implementación a las propias realidades nacionales.
Consideramos como aspectos a priorizar, la necesidad de incrementar y fortalecer el desarrollo de las políticas que tengan como destinatario las zonas de mayor vulnerabilidad social; el avance en el desarrollo de políticas y estrategias de reducción de riesgos y daños, en amplios y variados sectores de la sociedad; el intercambio de estrategias, miradas, y experiencias entre los países de la región con características similares en cuanto a la problemática de drogas con especial atención a la capacitación constante y el involucramiento de amplios sectores de la sociedad.
La Argentina considera el diálogo y la cooperación birregional como elementos esenciales para afrontar el Problema Mundial de las Drogas, promoviendo el trabajo conjunto en base al principio de responsabilidad común y compartida con el objetivo de cumplir los retos asumidos. En este sentido, nuestro país asumió la Co-presidencia del Mecanismo de Coordinación y Cooperación (MCC) en materia de Drogas CELAC-UE. La cooperación entre estas dos regiones permite mejorar la efectividad de las políticas públicas a partir del intercambio de experiencias y de buenas prácticas, especialmente de aquellos programas que han sido monitoreados permitiendo la generación de políticas públicas basadas en evidencia. Así, la Argentina ha incorporado este gran desafío como un eje rector de su Plan Nacional de Reducción de la Demanda de Drogas.
Argentina completó el proceso de separación de competencias entre el control de la oferta y la reducción de la demanda, lo que ha permitido la definición de objetivos más claros y un mayor avance en las recomendaciones realizadas por COPOLAD. De esta forma, la SEDRONAR, ahora denominada Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina, se encarga de la reducción de la demanda.
La participación en este programa coincide con dos ejes promovidos tanto desde la SEDRONAR como de la gestión nacional: por un lado, el desarrollo e implementación de políticas públicas basadas en evidencia y, por el otro, la revitalización y fortalecimiento del Observatorio Argentino de Drogas.
En este marco, COPOLAD representa un ámbito de intercambio donde se promueve la sinergia entre el conocimiento científico y la gestión pública, promoviendo e intensificando la capacitación profesional, el diálogo político, la coordinación y la cooperación entre ambas regiones, sobre la base del principio de responsabilidad común y compartida frente a esta problemática. El dinamismo propio del fenómeno obliga a los Estados a repensar continuamente estrategias y COPOLAD es, sin dudas, una instancia fundamental.
La Comisión Europea está preparando una tercera fase de este programa, por lo que COPOLAD volverá a principios de 2021.